Desde hace varios años se viene buscando maneras de mejorar el efecto invernadero en el planeta, incluso se han llegado a acuerdos internacionales importantes, que fomentan y evalúan todo esfuerzo individual y comunitario que se realice con este propósito.
Es conocido que el efecto invernadero se produce por la emisión de gases tóxicos que se liberan en el ambiente y que la naturaleza no tiene el suficiente tiempo de procesarlos y devolverlos a la atmosfera convertidos en aire puro y limpio.
La existencia de estas emisiones nocivas que se quedan en nuestra atmosfera, son consecuencia del crecimiento desmedido de las industrias y el parque automotor en el último siglo que generan una gran cantidad de CO2 y otros gases dañinos. A esto se suma, el crecimiento repentino y rápido de las ciudades que disminuye significativamente las áreas verdes naturales que nos ayudan a procesar esta gran cantidad de gases que diariamente generamos entre la industria y nuestros vehículos.
Como respuesta efectiva y al alcance de la mayoría de nosotros, para ser parte de la solución y no del problema, encontramos la posibilidad de generar áreas verdes en los techos y paredes de nuestras viviendas y edificios, permitiendo no solo el aprovechamiento de un ambiente que generalmente era inútil, sino que también generamos un espacio amigable y estético que ayuda a mejorar nuestra calidad de vida.
Las soluciones ajardinadas en las superficies expuestas son un aporte sustancial a nuestras propias vidas, a la sociedad y a generaciones futuras. Este tipo de soluciones constructivas, además, nos permiten una serie de ventajas:
- Disminuye las áreas pavimentadas y de concreto expuesto.
- Genera ambientes agradables y de esparcimiento
- Absorbe el C02 y los gases nocivos del ambiente y generan simultáneamente oxígeno.
- Es un excelente aislamiento térmico / Evita el calentamiento desmedido de las cubiertas.
- Reduce el uso de aires acondicionados y por tanto el costo de energía eléctrica.
- Absorben el polvo y partículas nocivas que pululan en el ambiente.
- Amortigua la variación de temperatura del día y noche.
- Funciona como un eficiente sistema de aislamiento acústico.
- Es incombustible.
- Genera agradables aromas.
- Alivian el sistema de alcantarillado y aprovechas el agua de lluvia de manera positiva.
Sistemas más sofisticados de aprovechamiento de la energía, permitirían integrar las cubiertas ajardinadas a un eficiente sistema de enfriamiento natural de la vivienda y/o del edificio.
Del mismo modo, los techos jardín, pueden prepararse para el aprovechamiento del agua de lluvia o riego y la reutilización de la misma, siendo que estos sistemas pueden filtrar el agua, para que sean reusadas para otros propósitos.
En el sector construcción, el aplicar soluciones de este tipo, son incentivadas al otorgar una excelente puntuación para calificar las edificaciones como LEED; lo mismo, que el tratado internacional de Kioto incentiva todo aporte a reducir el efecto por los gases invernadero. En otros artículos profundizaremos la información sobre estos incentivos.
Por lo pronto creemos que con estos sistemas contribuyen a una solución práctica y efectiva.
ENCONTRAMOS LA SOLUCIÓN….